|
Había interés por volver a ver a Morante en la provincia de Salamanca y se notó. Los tendidos de la plaza de toros cubierta de Alba de Tormes se llenaron para ver un cartel con gran expectación en el que ni Valverde ni Gallo se dejaron mojar la oreja. Quizá por el cartel, quizá porque era la última de la temporada, pero la placita se llenó.
|