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El Club 600 Charro reunió a una treintena de Seat 600 en el corazón de la villa ducal Un día perfecto para salir a la calle y lucir con todo su esplendor las bellezas automovilísticas que revolucionaron las décadas de los 60 y los 70. El Club 600 Charro, que aglutina a decenas de amantes de este coche mítico en toda la provincia, celebró ayer una animada concentración que partió del Museo de Automoción de Salamanca por la mañana para realizar un recorrido cultural con parada en Arapiles y en Alba de Tormes. Fue en la Plaza Mayor de la villa ducal donde se expuso la treintena de vehículos participantes en el encuentro, que ha contado con la colaboración del Ayuntamiento de Alba y el patrocinio de Talleres Leonú. Entre las joyas que se exhibieron, destacaron dos atractivas carrocerías. Un Seat 800 del año 1963, propiedad del coleccionista albense Jesús Núñez, y, posiblemente, valorado con un precio que oscila entre los 4.000 y los 8.000 euros. Se trata de un modelo superior al tradicional 600 en el que se introdujeron las cuatro puertas. El segundo coche, un 600 L, también se paseó por el corazón de la villa. Es el último Seat 600, fabricado en los años 70. Los miembros del club organizador aprovecharon la tarde para disfrutar de un almuerzo de confraternidad en el Hostal América y realizar una visita monumental al Castillo de los Duques de Alba, entre otras joyas arquitectónicas.
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