Las localidades de Ciudad Rodrigo, Béjar y Alba de Tormes celebran la festividad del patrón de los animales con una variedad de actos. Los tres municipios charros reviven una tradición muy arraigada.
Numerosos albenses acudieron a comprar los panecillos de San Antón, conocidos en la villa ducal como bodigos. Los bollos dulces, cuyo precio inicial fue de medio euro por unidad, se vendieron rápidamente, antes del comienzo de la eucaristía, ya que representan una importante tradición para los vecinos.