Tras una emotiva y solemne ceremonia, Florentino Gutiérrez entró a formar parte del Cabildo del templo salmantino
Servir a la Iglesia siempre es un servicio gozoso. Este nuevo cargo es motivo de alegría, formar parte del Cabildo de la Catedral de Salamanca es muy importante para mí”, afirmaba ayer Florentino Gutiérrez, natural de Alba de Tormes, actual vicario general de la Diócesis y moderador de la Curia, tras su toma de posesión como canónigo.
La ceremonia comenzó en la Catedral Nueva a las 11:00 horas con una eucaristía presidida por Daniel Sánchez Sánchez y asistida por la Hermandad del Cristo del Amor y de la Paz. Después de la misa, los canónigos se reunieron en la sacristía en cabildo extraordinario e invitaron a pasar al nuevo miembro. A las 12:30 horas, vestidos con hábitos de color rosa, por ser un día de fiesta, caminaron en procesión desde la sacristía hasta el coro, allí Florentino Gutiérrez tomó asiento mientras su padrino, Jesús Terradillos, le daba la enhorabuena pública. “Acogeré este nuevo cargo con emoción y con ganas, poco a poco mi padrino me pondrá a punto y al día en mis funciones”, añadía el nuevo canónigo. El Código de Derecho Canónico define también esas funciones:
“el cabildo de canónigos es un colegio de sacerdotes al que corresponde celebrar las funciones litúrgicas más solemnes en la iglesia central o en la colegiata; compete además al cabildo catedralicio cumplir aquellos oficios que el derecho o el Obispo diocesano le encomienden”. “Cuando a uno le hacen canónigo, lo hacen de por vida”, explicaba José Casado, coordinador de acólitos de la Catedral.